Los perros duran más que el hombre en la actividad sexual

MANUEL A. VEGA
HATO MAYOR.- Al ser humano se le dificulta ver a un lagarto aparearse, a un cocodrilo subirse arriba de su pareja, o un elefante encaramarse sobre la elefanta, pero es común para los mortales de la raza humana, ver con facilidad cuando un perro se “engancha” sobre la perra y permanece hasta entre 35 y 40 minutos sobre la fémina haciéndole puro sexo.

Estudios y testimonios de hombres dan cuenta que apenas permanecen dos y tres minutos sobre su pareja por sufrir de eyaculación precoz o otras enfermedades eréctiles, cuando el perro está dando notación de ser más fuerte que el humano en materia de sexo, al permanecer hasta 40 minutos encaramado, si no es molestado por el humano y otros canes envidiosos.

En mi mocedad siempre me preguntaba, por qué los perros se apareaban impúdicamente en calles y callejones a la vista de todo el mundo.
Esa interrogante la fui llenando con el devenir del tiempo y al estudiar la cultura del perro, que a saber de todos es un animal que practica la lealtad y la dedicación, como parte de sus instintos naturales, comprendí rápidamente, que este animal no estaba poseído raciocinios al igual que los humanos, que aunque muchas veces actúan como tal, siempre buscan la privacidad, la oscuridad para no dejarse ver en tan buena práctica.
Inversamente, los perros se parecen ver a sus compañeros humanos como miembros de su paquete, y hacen poco, a ningunas distinciones entre sus dueños y perros del compañero.
Los perros llenan una variedad de papeles en sociedad humana y se entrenan a menudo como perros de trabajo.
Para los perros que no tienen trabajos tradicionales, una amplia gama de los deportes del perro proporciona la oportunidad de exhibir sus habilidades naturales.
En muchos países, más el campo común y quizás la mayoría del papel importante de perros está como compañeros.
Los perros han vivido con y han trabajado con los seres humanos en tan muchos papeles que su lealtad ha ganado o el mejor amigo a sobriquet “del hombre único.” Inversamente, algunas culturas consideran perros ser sucios. En algunas culturas, ciertos tipos de perro se pueden utilizar como alimento.
Pero dejemos de teorizar y expliquemos el por qué de esta crónica, que más bien busca despertar el saber de la cultura y la formación casi humana del animal, conocido como perro.
CORTEJO DE AMOR
Al igual que en los seres humanos, el perro, durante el cortejo el macho y la hembra se comunican en su lenguaje, juguetean, se huelen y se lamen los genitales, el macho intenta montar y abrazar la hembra, intenta realizar la monta mediante insistentes movimientos de la pelvis, finalmente se produce la penetración.
En el caso de los perros no se requiere de la erección para lograr la monta, ya que poseen un hueso en el pene que les confiere la rigidez.
Una vez que se da la penetración se observan movimientos copulatorios y el “abotonamiento”, es decir, la formación de una especie de bolsa en el extremo libre del pene en donde se acumula semen que va drenando poco a poco hasta satisfacer a la pareja.
Por la manera como el macho trata de desmontarse de la hembra es común que giren y se enganchen a las hembras, quedando pegados y en muchos casos hasta en direcciones opuestas.
El cortejo y apareamiento puede durar entre 15 y 35 minutos, aunque hay quienes aseguran que observado hasta más de 40 minutos un perro sobre la perra.
Hay humanos, que duran diez minutos sobre su pareja, porque sufren de eyaculación precoz y por otras de erección sexual.

El las perras la pubertad tiene lugar antes de cumplan el primer año de edad.
El ciclo estral de las perras tiene una duración entre seis y nueve meses, esto depende del tamaño de la perra, de la raza y de aspectos nutricionales y sanitarios.
El celo puede durar por un intervalo de 5 a 10 días y la ovulación se da a las 48 horas de iniciado el celo.
Durante el apareamiento se produce el abotonamiento del pene del perro.
A diferencia del perro trabajador, que hace trabajo de celaje y vigía en lujosas mansiones, existe una reza de can denominada “Viralata” o “Realengo”, que es más observado por los humanos cuando se encaraman sobre la perra.
Algo que llama la atención es que nadie ve a un perro ladrar cuando una pareja humana está en plena faena sexual, sin embargo molestan a los perros cuando lo ven entregar su cuerpo a la fémina en una calle o callejón.
Se presume que el hombre, lanza objetos e insultos a los perros que practican sexo al aire libre, por celo, envidia o sencillamente porque al momento de observar lamentan no ser ellos lo que estén disfrutando de la penetración y la potencial eyaculación, que en el hombre lo deja sin fuerza, pero con amplias ganas y apetitos de seguir.
Respetemos al perro, es el mejor amigo del hombre, porque el perro no lo molesta a usted cuando está en la cama con su pareja.
Reverencia debemos tenerle, porque es uno de los animales que más nos imita en nuestro diario vivir y que más permanece en las relaciones sexuales de pareja.